jueves, 1 de marzo de 2012

Eight. Liz

No lo veo venir. Voy demasiado concentrada en mis pensamientos, y no me doy cuenta de que hay alguien delante de mí, en medio del recibidor. Ni tan solo oigo su voz hablando por teléfono. Así que, sin querer, me golpea en el hombro. No lo suficientemente fuerte como para hacerme caer, pero sí para que pierda el equilibrio ligeramente. ¿Por qué soy tan patosa? Louis me coge con su mano libre, evitando mi caída. Sus dedos cálidos se cierran alrededor de mi muñeca, y, mientras observo sus ojos de cerca, oigo cómo le dice a Niall que le llamará luego. Nos quedamos cara a cara, y me pongo nerviosa. Yo no trato de alcanzar algo con el primer chico que me gusta que pasa por delante. Ni siquiera le conozco, aunque lo sepa casi todo sobre él. Pero es cierto que me hace sentir diferente.
Mi respiración se acelera, y entonces Louis se aparta. Una vez rota la magia del momento, veo a Sophie que se asoma por la cocina y a Carla saliendo del baño. Ambas se me quedan mirando, sonríen entre ellas. Balbuceando, me disculpo con Louis.
- Lo siento, de verdad. No te he visto- nerviosa, tartamudeo y evito todo contacto visual-. Soy muy patosa.
- No, tranquila- adoro su acento-. Yo tampoco te he visto, no es tu culpa. Perdona.
Sin saber qué más decirle me doy la vuelta y regreso al salón, donde me encuentro a Inés y María charlando con Harry, sin vergüenza alguna. Éste ha olvidado su incomodidad inicial y les habla de conciertos y música. Carla viene detrás de mí, y llama mi atención para hablar conmigo un momento.
En susurros, para que nadie lo oiga, me cuenta lo que ha pasado con Harry. Veo lo nerviosa que se ha puesto, y me extraña. Yo siempre había pensado que en cuanto conociera a alguien de One Direction se lanzaría a sus brazos, preferiblemente los de Niall. Pero no había sido así. Había aparecido una Carla muy tímida, desconocida para mí.
También me dice lo de hacer de guías turísticos para los chicos. Eso me emociona, pero también me pone nerviosa. Volvemos al salón y nos sentamos al lado de las chicas.
Carla mira al suelo, sin levantar la vista hacia Harry ni un solo instante, pero él sí la mira a ella. Mucho. Inés intenta llamar la atención del chico, y los consigue. Por un momento, ambos parecen estar solos en la habitación, e Inés es completamente feliz. Eso me hace sonreír.
- Chicas- dice Sophie, volviendo de la cocina con Cris-. Solo hay pizza, pero servirá. Ya se están haciendo.
Ella lo dice mirándonos a nosotras, pero en inglés. Louis, que ha entrado a la estancia detrás nuestro, asiente. Harry también, y nosotras nos encogemos de hombros. A mí me da bastante igual, lo importante es que ellos comen con nosotras. Qué pena que no estén los demás. Pero entonces Louis dice una cosa que hace que a Carla le cambie el humor por completo.
- He hablado con Niall- nos dice-. Ha convencido a Liam para venir a conoceros, pero Zayn estaba un poco reticente. Pero claro- prosigue-, no quiere quedarse solo, así que...
Eso quiere decir que van a venir los demás. No sé si vamos a poder con el mal humor de Zayn. Si nos detesta, nos detesta, y todos lo pasaremos mal. Pero Carla por fin va a conocer a Niall, María verá a Liam en directo, y yo podré escuchar su maravilloso acento. Me encanta. Es... No sé.
Mientras esperamos que los otros vengan, sin perderse, Cris, Inés y yo ponemos la mesa. Sophie va a vigilar las pizzas, para que no se quemen, mientras María y Carla se encargan de entretener a los invitados. Es injusto, todas queremos hablar con ellos, aunque Sophie y yo somos las únicas que aun no hemos podido hablar con ellos.
Hay demasiados platos por poner, e intentamos reorganizar la mesa para que quepamos todos.
De repente, un teléfono suena. Todas pegamos un salto, distraídas de nuestros pensamientos. Sophie lo coge, la oímos hablar en la cocina.
Resultan ser sus padres. Ella viene a consultar qué hacer, y decidimos decirles que hemos venido todas a comer y que Kate está aquí también. Cuando Sophie cuelga, dice que sus padres llegarán sobre las cuatro y media, por lo que aun nos queda, aunque no sea tanto tiempo.
Las pizzas están a punto de salir del horno cuando el teléfono de Louis suena de nuevo. Vuelve a ser Niall, esta vez diciendo que se han perdido y que necesitan indicaciones. Como Louis tampoco sabe guiarles, ya que ha venido con el GPS de su coche, decide salir a la calle con Sophie, Carla y yo para ver si les vemos.
Dejamos a María al cargo de la comida con Cris, ya que Inés sigue de cháchara con Harry.
Salimos fuera, y nos acercamos a la rotonda. No se han perdido, o no tanto, porque se ve que han bajado del coche y vienen por la calle de enfrente. Niall y Liam van mirando alrededor, a ver si ven el número o nombre de la calle, pero Zayn parece meditabundo, mirando el suelo como si fuera lo más interesante del mundo.
Sophie y yo les miramos mientras se acercan. Louis grita su nombre, y ellos consiguen vernos, por fin. Y Carla... Carla ha hecho algo que siempre había pensado que haría, pero que no me imaginaba presenciando. Una cosa que no había hecho con Harry.
Se ha lanzado corriendo a los brazos de Niall.

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