miércoles, 29 de febrero de 2012

Seven. Carla

Me acerco a Harry para coger mi móvil, y una serie de pensamientos atraviesan mi mente a toda velocidad. Es demasiado guapo en persona, demasiado perfecto. Sus ojos verdes reflejan la luz que entra por las ventanas de la sala, y me miran con atención. Todos están en silencio, mirándonos. SI él es así de perfecto, ¿cómo será mi Niall?
Cuando mis dedos tocan los suyos, algo pasa. De repente, un escalofrío me recorre la espalda de arriba a bajo, y olvido quién soy y a quién quiero en realidad. Lo olvido todo. Para mí solo existe la persona que me roza la mano, y todo lo que veo son sus ojos. Percibo que a él le pasa lo mismo. Nos miramos mucho rato, mientras la electricidad fluye entre nosotros, tan obviamente que espero que los demás vean los rayos. Una eternidad pasa, y entonces él rompe el contacto, dejándome el móvil en la mano.
He estado tan concentrada que me he olvidado de respirar, y ahora lo hago con fuerza, cansada como si hubiese corrido muchos kilómetros. ¿Qué ha pasado? No puede ser, eso nunca me ha pasado a mí. Harry es genial, y muy guapo, y está..., sin palabras, pero a mí siempre me ha gustado Niall. Él es mi chico, el pequeño irlandés. Él es la persona de la que estoy enamorada. Él. No Harry. Pero entonces, ¿qué nos ha pasado? Ahora miro hacia el suelo, temerosa de ver su expresión. ¿Qué pensará de mí?
- Una cosa más- me dice. Tiene una voz tan dulce, no como la de Louis, que es suave y aterciopelada, sino dulce-. Esta mañana, cuando he despertado, te ha llegado un mensaje. No quería mirarlo, pero...
- No se ha podido resistir- continúa Louis, sonriendo ampliamente. Veo cómo Liz y Cris se quedan embobadas. Sus ojos se iluminan cuando sonríe.
- Un chico decía que si habías escuchado la radio, que se te había declarado públicamente y quería saber tu respuesta- terminó Harry, rápidamente. Tenía una expresión interrogante y culpable en el rostro. Peculiar.
Miro la bandeja de entrada, y descubro el SMS. Él otra vez. Es realmente pesado, enviando bombones en San Valentín, siguiéndome a todas partes... Pero, como dice Liz, no deja de ser increíblemente mono y romántico. Pero bueno, está claro que a mí no me gusta, y estaría bien que dejara de acosarme. No me siento bien no correspondiéndole. Me hace sentir culpable.
Pero esto ahora no viene al caso, así que le digo a Harry que no importa que lo haya leído, que no es importante, ya que yo no siento absolutamente nada por él (lo dejo muy claro), y empezamos una conversación sobre Barcelona.
- Llegamos ayer por la mañana- cuenta Louis, sin saber que eso, como verdaderas directioners, ya lo sabemos-. No nos ha dado tiempo a visitar nada de la ciudad, a pesar de que sabemos lo bonita y especial que es. Tan solo estaremos aquí unos pocos días más, y tenemos que ver lo esencial.
- Necesitamos un guía- acaba Harry-. ¿Conocéis a alguien que hable inglés que nos pueda enseñar la ciudad?- no me mira al hablar, como si todavía no supiera qué pensar de lo ocurrido antes. Yo me siento así. Y no le conozco, aunque más que él a mí sí.
Nos miramos entre nosotras, y veo a Inés y María asentir.
- Nosotras os llevaremos- dice María, convencida. Más que Harry, que la mira un poco dudoso. Pero Louis se anima y, riendo como todo el rato, dice que sí. Hablamos un poco más, y de repente se oyen las tripas de alguien rugiendo de hambre. Louis se pone muy rojo, pero intenta que no se le note. Entonces Sophie, como buena anfitriona que es, los invita a comer.
Para mí sorpresa, aceptan enseguida. ¿No se dan cuenta de que somos unas fans desconocidas? No nos conocen de nada, pero se han animado muy rápido. Mientras Cris, Liz y Sophie van a la cocina a mirar qué hay para comer, Inés y María empiezan a cuchichear algo. Louis y Harry se ponen a hablar, pero tan rápido que casi no entiendo nada. Tengo que concentrarme mucho, y cuando ya creo que lo entiendo, Louis recibe una llamada y se levanta del sofá.
- Dime, Niall- empieza a decir antes de salir de la sala.
Niall. Mi Niall. Ojalá le vea pronto. Tengo muchísimas ganas de ver si es igual que creo, como he visto en conferencias, entrevistas, conciertos... En todas partes. Pero, como dice Liz, seguro que tengo una visión de él mejor que la real, porque solemos idealizar a la gente que admiramos. No sé, quizás es cierto, no estoy segura.
Harry me observa, y noto que el rubor me empieza a subir por las mejillas. No debería mirarme así, me siento incómoda, así que bajo la mirada para evitar el contacto visual. Oigo a María e Inés riendo en la esquina, así que no puedo hacer nada más que levantarme y simular que voy al baño. Necesito pensar.
Oigo a Louis por el pasillo, en el recibidor, y veo cómo se ríe por algo que oye por teléfono. ¿Será Niall? Él es tímido, pero seguramente con sus amigos es mucho más abierto. ¿Lo será conmigo si lo consigo conocer? Vaya tonterías digo. Lo de hoy ha sido genial, pero irreal. 
Cuando salgo del baño, después de mirarme al espejo un rato, veo a Liz salir de la cocina. Louis camina por el recibidor con la mirada baja, distraído en la conversación, y ninguno de los dos ve acercarse al otro. Veo lo que va a pasar. Y se chocan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario