martes, 20 de marzo de 2012

Nineteen. Carla

Otro beso en la mejilla. Ni me lo creo. Las cosas van genial con Niall. Sonrío, y me doy la vuelta para mirarle. Sus ojos azules son todo lo que veo, y son profundos como el mar. Me encantaría nadar en ellos, pienso. ¿Pero qué tonterías digo? ¿Así es como se piensa cuando se está...? Enamorada. La palabra me golpea de lleno. No me lo esperaba, pero así es. Es lo único que define cómo me siento.
Las demás expresiones me resultan infantiles y falsas. “Colada” por él. “Me gusta”. ¡Es ridículo! Pero me asusta darme cuenta de lo que ocurre.
Nunca he estado enamorada. No de verdad. Pensar esto me lleva a recordar al chico que... bueno. Él fue el primero. El primer amor, primer confesor, primera persona que de verdad importaba. No pasó nada grave, nada difícil, y yo pensaba que lo nuestro era para siempre.
Pero ahora, con Niall aquí a mi lado, me doy cuenta de que el final de la historia siempre es lo mejor. Porque implica que habrá un nuevo principio, que habrá otra oportunidad para ser feliz. Para ser incluso más feliz.
Porque así es como me siento ahora. Ilusionada. Feliz. Aunque solo le conozco de tres días, lo sé todo sobre él. Un amor que ha ido creciendo a distancia hasta que nos hemos conocido. Estaba escrito.
Y pienso en lo que hablé con Inés y María anoche. Lo de nuestra escapada a París. Puesto que los chicos se marchan a la capital francesa, hemos decidido escaparnos del viaje de final de curso para poder ir a verlos, a darles una sorpresa.
Nuestras madres nunca lo aprobarían, pero, es un gran paso. Inés tiene ya dieciocho, y Liz y Sophie los cumplen en menos de dos semanas. Ya creo que somos mayores para decidir por nosotras, aunque no sea lo totalmente correcto, ¿no? No sé.
Pero los abuelos de Inés viven en París, así que no estaremos completamente solas, y lo pasaremos en grande con los chicos. Es una oportunidad única.
Quiero decírselo a Niall, contarle cuál es nuestro plan, porque confío en él totalmente. Pero otra parte de mí, parecida a la de Inés que no quiere que le cuente a Harry la sorpresa, quiere que Niall se sorprenda tanto como los demás, que esté aún más encantado conmigo porque me haya echado mucho de menos. Que le haga mucha ilusión verme.
Mirándolo ahora mientras él mira hacia donde Inés está con Harry, hablando cogidos de la mano (¡qué monos!), pienso, de nuevo, en lo mucho que lo quiero. De verdad. En serio. No hace falta convencer a nadie de lo que siento, creo que es muy obvio.
Aún distraída con mis pensamientos, no me doy cuenta hasta que es demasiado tarde de que Niall trata de hacerme cosquillas.
- ¡Para!- le digo, entre risas. Él obedece, y me mira con una cara muy seria.
- Quiero algo a cambio- me dice, mirándome a los ojos, muy directo.
- ¿Qué?- no me doy cuenta de lo ingenua que soy hasta un instante después, cuando Niall, mirándome a los ojos, dice lo que piensa.
- Un beso de verdad- y se me acerca, poniendo una mano en mi cintura y sonriendo tímidamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario