martes, 27 de marzo de 2012

Twenty-one. Inés

Carla y Niall están hablando en susurros, a pocos centímetros el uno del otro, y pienso en que su sueño se hace realidad en cada instante que pasa.
Harry me sonríe, y me coge la mano. Me la aprieta ligeramente, sin apartar la mirada, y yo le devuelvo el apretón. Su sonrisa se ensancha, iluminando sus claros ojos verdes.
Recordando lo que ha dicho antes a Mar, pienso en si es verdad que siente algo por mí. Harry es el más mujeriego de los chicos, así que no quiero correr el riesgo de ser un juego más para él, otra de las muchas fans obsesionadas por las que él se ha interesado durante un tiempo. Yo estoy convencida de que siento algo muy importante, muy fuerte, por él. ¿Me estoy volviendo loca? No sé, pero seguro que si él no me corresponde, sí que lo haré.
- Harry...- empiezo, intentando pedirle respuestas.
-¿Sí?- me mira, sonriente.
Nunca he sido muy tímida, pero me avergüenza decirle a Harry lo que siento o preguntarle a él acerca de eso.
- Respecto a lo que le has dicho a Mar antes...- trato de hablar, pero estoy nerviosa. Él sigue apretando ligeramente mi mano, y eso me reconforta.
Harry se ríe. No es ni una carcajada entera, pero demuestra poca preocupación. Cuando ve mi mirada, deja de reír y se pone serio.
- Iba en serio- dice, al fin-. Es cierto que siento algo por ti.
Me quedo en blanco. ¡Lo ha dicho! Le gusto. De verdad. Mi corazón se acelera.
- Me gustas de verdad- prosigue-. Y voy a hacer lo posible por conseguirte. Pero, claro, si tú no sientes lo mismo, voy a hacer lo posible por hacerte feliz, sea lo que sea que necesites.
Siento la necesidad de corresponderle, de decirle que siento lo mismo, y que la única forma de hacerme feliz es estando con él a mi lado.
- Yo...- empiezo, buscando desesperadamente las palabras para expresar lo que siento. No las encuentro a tiempo, y él malinterpreta mi silencio.
- Lo siento- dice-. No quería ponerte en una situación incómoda- baja la vista al suelo, y evita mirarme a la cara.
-¡No!- digo, desesperada, y le subo la barbilla hacia arriba, forzando que su mirada se cruce con la mía.
Sin pensarlo dos veces, me acerco a él, a su rostro, a sus labios perfectos. Lo último que veo antes de cerrar los ojos son sus labios, abiertos en una sonrisa tímida, antes de juntarse con los míos.
Su contacto es dulce y suave, y el espacio entre nosotros se reduce con cada aliento que me quita. Siento como sonríe mientras me besa, y su mano acariciándome la espalda me pone muy nerviosa.
Cuando nos separamos al cabo de unos instantes, Liam silba. María, Cris y él nos están mirando, pero también miran a alguien detrás nuestro. Un poco ruborizada, me doy la vuelta y veo a Carla y Niall, inmersos en un beso que parece que no vaya a acabar nunca. Niall sigue haciendo cosquillas a mi amiga, y ambos se ríen, sin interrumpir el beso.
Para darles un poco de intimidad, vuelvo mi atención hacia Harry, que me mira, expectante. Mis labios aún sienten el hormigueo del contacto de los suyos.
- Estaba equivocado- me dice, sonriendo emocionado-. Sí que me quieres.
Asiento tímidamente, sin necesidad de palabras. Me coge de nuevo la mano, y me besa la mejilla.
- Inés- me dice, solemnemente-. ¿Quieres salir conmigo?
Pese a que sé que su seriedad es de broma, que le hace tanta gracia como a mí, la forma de expresar lo que siente me llega al corazón.
- ¡Claro, Harry!- le digo, echando mis brazos a su cuello, como en las películas. Ocupamos todo el sofá, y yo acabo tumbada, con Harry mirándome desde encima. Subo la cabeza para besarle de nuevo. ¡No me lo puedo creer! ¡Salgo con Harry Styles! Pero, me recuerdo, sigue siendo un chico, como todos los demás, en el fondo. Como aquél que dejó marca permanente en mi mente...
Pero ahora no tiene que volver a mi memoria. Debo concentrarme en este momento tan feliz que estoy viviendo.
- Temo despertarme y que todo esto sea un sueño- lo digo para mí, en voz baja, sin querer. Se me ha escapado. Nunca digo mis pensamientos. Bueno, sí, pero no si son así.
- Tranquila- me dice Harry, acariciándome el brazo- Puedes pellizcarme, si quieres. Te aseguro que soy real.
Vuelve a sonreír. Es tan... perfecto. Sus ojos verdes me miran, como si pudieran leerme el pensamiento. Sus labios dejan de sonreír, pero aún puedo verlo en sus ojos. Siempre están alegres. Son como puertas de su alma.
En ese momento tan perfecto, el silencio, solo interrumpido por los sonidos ligeros de Carla y Niall (¡qué románticos son!), se rompe definitivamente.
Zayn y Sophie aparecen por la esquina, riendo como locos. Me parece ver sus manos juntas por un segundo, antes de que se separen a propósito antes de venir hacia nosotros. ¿Qué habrá pasado?

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