domingo, 18 de marzo de 2012

Seventeen. Cris

Me he quedado atónita al oír a Harry. Por lo que se ve, Inés también, pero lo demuestra de otra manera, mirando a Harry con asombro, embobada. Él le corresponde con una sonrisa sincera.
Harry le coge la mano a mi amiga y salen del edificio por la puerta acristalada. Los demás permanecemos donde estábamos, aún sin saber cómo reaccionar.
-Deberíais ir a recoger vuestras cosas- dice Niall, que ha recordado cómo se habla.
Todas asentimos, y Carla le grita a Inés por la ventana que la espere, que le traerá sus cosas. Emprendemos el camino hacia la clase, que, por suerte, encontramos abierta. No muchos profesores del instituto nos la hubieran abierto si ése no fuera el caso.
Cogemos las mochilas rápidamente, pues falta poco para que suene la campana que indica el final del descanso y no queremos que nos encuentren aquí. Mar puede seguir haciendo preguntas.
Como los chicos nos están esperando, nos damos prisa para salir de allí, sin dar crédito todavía a que nos hayan venido a buscar para pasar el día con ellos. Su último día.
Por suerte para nosotras, no harán nada en clase que nos perdamos, ya que el miércoles marchamos de viaje de final de curso, a Roma. Estamos todas muy emocionadas, pero conocer a One Direction lo es aún más.
Cuando por fin salimos a la calle, saltamos de emoción, y los chicos nos miran con cara rara. ¡Qué vergüenza!
El coche de Louis y el de Liam nos esperan, aparcados en la calle. Han sido inteligentes en alquilar dos coches que no llamen mucho la atención, porque si no, todo el día estarían siendo perseguidos por las fans locas, entre las que no me incluyo.
Me subo con Sophie, Zayn y Liam en el coche de este último, kientras que los demás van en el de Louis. Nos llevan al hotel, donde llegan tarde a la firma de discos. Las fans que han conseguido saltarse el instituto para ir estarán impacientes, yo lo estaría.
Cuando llegamos al hotel, acompañamos a los chicos un poco, pero nos ponemos a la cola como las demás, para que nos firmen el disco. Claro, yo también lo quiero tener firmado, y, si ya me he saltado clase...
Inés parece seguir en su nube, ya que le ha dado la mano a Harry mientas veníamos, o eso me ha contado Liz, y los dos hacen de enamorados de película. Claro, como se podría decir que Harry ya se le ha declarado...
Zayn, en cambio, ha permanecido todo el rato cerca de Sophie, incluso aunque ella no le haya dicho nada en todo el rato. En una parte no tan profunda de mí, los celos empiezan a asomarse a la superficie. Yo pensaba que ella no estaba interesada en él, pero ahora... ¿Se hace la difícil? No sé que pensar, pero es mi amiga, cuando le ocurra algo, nos lo dirá a todas, ¿no?
-¿Qué tal, Inés?- le pregunta Carla cuando por fin estamos solas, aunque rodeadas de chicas gritando como locas-. ¿Vas bien con Harry?
Inés sonríe, emocionada. Se la ve encantada con Harry ahora, pues el principio había estado ligeramente celosa de Carla por la atención que él le prestaba. Pero eso ya estaba olvidado, ¿no?
Cuando acabamos la cola y llegamos hasta ellos, nos sonríen. Harry mira a Inés y se ruboriza. Louis ríe. Seguro que están pensando en las palabras de Harry antes. No sé si ha hablado con Inés, pero ésta seguro que piensa lo mismo, aunque no haya dicho nada.
Nos firman los discos y, después de todo lo que hemos pasado los últimos días, no saltamos de alegría como si estuviéramos locas. Simplemente, creo que, de todo lo que nos ha ocurrido, una firma es menos importante que no conocerlos de verdad.
Pero esta tarde se acabará. Se marchan a París. Y después a Roma. ¿Cómo no se me ha ocurrido antes? El viaje de final de curso es en Roma. Y es una semana. Seguro que volvemos a coincidir con los chicos. ¡Los volveremos a ver en cuatro días! Después se lo comentaré a las chicas.
Cuando acaba la firma de discos, y los chicos consiguen que las demás fans se marchen, aunque algunas a regañadientes muy obvios, nos invitan a subir con ellos a sus habitaciones, al piso de arriba de todo del hotel.
Niall se acerca a Carla, y le dice algo al oído, que hace que mi amiga sonría y se ruborice. Harry ha vuelto a darle la mano a Inés, y María ha emprendido una conversación con Liam. Subimos en el ascensor todos juntos, un poco apretujados.
Llegamos arriba, y podemos ver, en la esquina del pasillo, una especie de salón privado donde se juntan diversas habitaciones. Seis. Una pertenece a cada chico y la otra...
-Es de nuestro manager- dice Zayn, al interrumpir mi mirada. Le sonrío como respuesta y él, para mi sorpresa, también lo hace. Tiene una sonrisa preciosa. Es como un tesoro escondido que acaba de revelarme. Me siento como si tuviera alas, y solo por una sonrisa... Me estoy volviendo loca.
Me suben los colores a la cara, y eso hace que Zayn ría incluso más. Pero entonces yo no sé que decir, me da miedo estropear el momento, y eso provoca que Zayn se de la vuelta, quitándome la oportunidad, para hablar con Sophie, a la que coge del brazo y le susurra algo al oído.
Me siento como si me hubieran tirado un cubo de agua fría por encima.

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