lunes, 19 de marzo de 2012

Eighteen. Liz

Veo como Sophie se aleja con Zayn hacia el final del pasillo, y luego giran a la derecha. ¿Qué estará pasando entre ellos? A Sophie no le gusta, me lo hubiese dicho, lo prometió. Prometió decirme quién le gustaba. Siempre.
Han desaparecido al final del corredor, y pienso en qué pueden estar haciendo. No conozco al verdadero Zayn, solo sé las cosas que sabemos las fans. También sé que el auténtico Zayn no tiene por qué ser como yo, como todas le habíamos imaginado, así que pienso en Sophie y en él, y varias imágenes me pasan por la cabeza.
Pero él no haría eso, ni nada que pudiera perjudicar a ninguna de nosotras. Confío en él. Y sé que Sophie también. Sé que ha estado hablando con él muchas veces desde que le conocemos, y que confía en él como nadie, aunque, según lo que me ha contado, él no está tan dispuesto a “desnudar su alma” para ninguna fan, como dejó claro el primer día, al no dignarse a dirigirnos la palabra e intentar evitarnos.
Niall vuelve a besar a Carla en la mejilla, y ella sonríe, encantada. Se queja de que a ella no le ocurre nada interesante, pero ella es la que se pasa el día recibiendo caricias y besos de Niall Horan. ¿Quién se queja?
Juntos, se sientan en uno de los sofás que hay en el pequeño salón privado, y Carla pregunta a Niall dónde está su manager, que no sea que vaya a salir de un momento a otro.
- No creo que esté aquí- le responde-. Tenía que preparar nuestro viaje de esta noche, así que se ha marchado justo después de la firma de discos. ¿No le habéis visto?
- No- responde mi amiga. Yo me encojo de hombros ante la mirada de Niall. 

Veo a Louis hablando con Liam y María, mientras que Cris se ha quedado donde estaba antes, hablando con Zayn, y tiene cara de que le hayan hecho algún desaire. ¿Qué habrá pasado? María parece muy cómoda con Liam y Louis, no muestra ningún signo de timidez.
Mirándola a ella y a Liam, que le dedica toda su atención, pienso en lo poco que se parecen. Ella es extrovertida y alocada, mientras que él aparenta casi todo lo contrario. Pero claro, yo no conozco tan bien a Liam como para decir cómo es realmente, a pesar de lo que sé como fan.
Louis, al contrario, se parece un poco a ella, y eso hace que estallen los celos en mi corazón. Las miradas que da Louis hacia donde yo estoy cada pocos segundos tampoco ayudan a que me sienta más calmada, pero sirven para atenuar los celos. Eso quiere decir que, a pesar de que no haya hablado con él tanto como me gustaría, me está prestando atención.
Louis se levanta del sofá, ante la mirada atenta de María, y se me acerca. Me pongo nerviosa, con los nervios a flor de piel, así que trato de desviar ligeramente la vista. Cris, con cara de enfado, se sienta en el sofá, junto a Liam y María. Mientras pienso qué puede haber pasado para que se enfurruñe de esa manera, siento una presencia a mi lado.
- Hola- me dice Louis al llegar hasta donde estoy.
- Hola- respondo. ¿Pero qué hago? No puedo limitarme a repetirle o a hablar con monosílabos.
- ¿Lo pasas bien?- me pregunta, y por un momento pienso que está igual de incómodo que yo porque, en serio, ¿qué pregunta es esa?
- Sí- me regaño a mí misma por el monosílabo. ¡Qué tonta soy!- Tampoco no hay mucho que hacer ahora- en cuanto lo digo me arrepiento-. Salvo charlar con vosotros, una oportunidad única en la vida.
He tratado de arreglarlo, pero lo único que hago es estropearlo aún más. Louis parece saber lo que pienso porque sonríe, dándome ánimos para que continúe hablando.
- Me gusta como hablas- me dice. Y ahora es él el que se ruboriza hasta la raíz del pelo. Nunca le había visto ruborizarse. En ninguna entrevista, ningún video de los millones que he visto en internet-. La forma de expresarse.
¿La forma de expresarse? ¿Quién dice eso? Me ruborizo, y pienso en cómo puede decir eso, si apenas me he dignado a hablar, de la vergüenza y emoción que siento, todo a la vez. 

Ambos nos damos cuenta de que lo único que hacemos es estropear la situación con cada cosa que decimos, así que nos quedamos en silencio. El tiempo paso, los segundos se suceden, y permanecemos callados.
Le miro a los ojos. ¡Qué verdes son! Noto que los colores me suben a la cara, y entonces, cuando me empiezo a preocupar por qué decir a continuación, algo que no sea una tontería, Louis dice una para romper el hielo. Y funciona.
- ¿Te gustan las zanahorias?- me quedo atónita, y no puedo evitar echar una carcajada.
Él sonríe. Todos nos miran, pero no puedo dejar de reír. Entre risas, le respondo que sí, que me gustan mucho.
- Genial- me dice en voz baja, para que no nos oigan los demás-. Porque sería muy extraño que me gustara una chica a la que no le gustan las zanahorias.

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